La mayoría de los problemas de erección se pueden tratar. Hable con su proveedor de atención médica sobre estos pasos:
Busque causas médicas. La disfunción eréctil puede ser una señal de advertencia temprana de una afección más grave, como una enfermedad cardíaca, presión arterial alta o diabetes. El tratamiento de esa afección puede mejorar su salud general y sus erecciones.
Revise sus medicamentos. La disfunción eréctil puede ser un efecto secundario de muchos medicamentos, incluidos los que se utilizan para tratar la presión arterial alta, la depresión, la ansiedad, la acidez de estómago, las alergias, el dolor, las convulsiones y el cáncer. Si un medicamento es la causa de su disfunción eréctil, su proveedor de atención médica puede cambiar la dosis que toma o cambiarlo a otro medicamento.
Realice cambios en su estilo de vida. Los hábitos poco saludables pueden afectar la disfunción eréctil. Haga ejercicio con regularidad, pierda peso extra, deje de fumar, beba menos y no abuse de las drogas.
Considere un medicamento para estimular las erecciones. Ciertos medicamentos aumentan el flujo sanguíneo al pene si se toman una hora antes de la actividad sexual. Son sildenafil (Viagra), vardenafil (Levitra) y tadalafil (Cialis). Hable con su proveedor de atención médica sobre los beneficios y riesgos de estos medicamentos. No debe tomarlos si toma un medicamento con nitrato, como las píldoras de nitroglicerina para problemas cardíacos. La combinación puede provocar una caída repentina de la presión arterial.
Obtenga ayuda para la angustia emocional. Por lo general, la disfunción eréctil tiene una causa física que se puede tratar. Pero la depresión, la ansiedad por el desempeño y los problemas de relación pueden causar disfunción eréctil o empeorarla. El asesoramiento, solo o con su pareja, puede ser útil. Su proveedor de atención médica puede derivarlo a un especialista.